miércoles, 7 de julio de 2010

TRABAJO FINAL
CONSECUENCIAS DE UNA MALA ALIMENTACIÓN EN LOS ADOLESCENTES
En la adolescencia la necesidad de alimentarse más se debe al acelerado crecimiento de éstos sujetos en la pubertad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su página web señala que “La nutrición es la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo.
Una buena nutrición (una dieta suficiente y equilibrada combinada con el ejercicio físico regular) es un elemento fundamental de la buena salud”. El término nutrición se refiere a los nutrientes consumidos en una dieta balanceada, que son pequeñas sustancias que le dan al organismo la energía necesaria para desarrollar las diferentes actividades diarias. Como ya es sabido, existen cinco clases de nutrientes que son los carbohidratos, los lípidos, las proteínas, las vitaminas y los minerales. (John Baynes, 2005, p.305)
¿Cómo afecta una mala nutrición a los adolescentes?
El agua no es considerada como un nutriente; sin embargo es fundamental en una dieta balanceada. Las cantidades que debe consumir una persona de nutrientes, varían de persona a persona. Se dice que para una buena alimentación, se debe consumir al menos uno de cada grupo de nutrientes. (John Baynes, 2005, p. 308)
Por otro lado, cuando una persona no las consume se dice que no tiene una buena alimentación. “La mala nutrición es la condición que se debe al hecho de que las células del cuerpo no obtienen suficiente cantidad de los nutrientes que se necesitan para crecer y mantenerse saludables”. (Marin Rodriguez, Zoila Rosa, 1998, p. 116).
Por lo que se puede apreciar en las últimas citas ya mencionadas, la mayoría de personas padecen esta condición porque comen alimentos que no están constituidos en lo que se conoce como una dieta balanceada.
El área de conocimiento es la de salud y los conceptos fundamentales para su comprensión son: mala nutrición, anemia, diabetes, hemoglobina.


Requejo y Ortega (2003) indican que “El peso corporal es una preocupación para un elevado porcentaje de la población adolescente y joven, pero en lugar de aumentar la actividad física y modificar la alimentación en una dirección saludable, las medidas que suelen tomarse no tienen fundamento científico (…)” Gabriel Galdó (2008) afirma que “Un alto porcentaje de adolescentes, especialmente del sexo femenino, realizan dietas y comportamientos restrictivos, influenciados por el ideal de belleza actual basado en la delgadez”. Estas dos últimas citas, demuestran que la mala nutrición genera no solo consecuencias ‘visibles’, sino también ‘subjetivas’.
La nutricionista Amelia de la Zota, del Centro Nacional de Alimentación (Cenan) del Instituto Nacional de Salud (INS), advirtió que la anemia es una enfermedad que no distingue de edades; sin embargo, sus efectos son más agresivos e irreversibles en la infancia y durante los primeros años de vida.
La anemia es producida por escasez de glóbulos rojos que son diagnosticadas por los médicos (…). El hierro está presente en todas las células del cuerpo y es fundamental para procesos fisiológicos básicos, como ser la producción de hemoglobina y la función de las enzimas. La deficiencia de hierro generalmente se produce cuando su ingesta, a partir de la dieta, no logra cubrir las necesidades de este elemento. (Camila M. Chaparro, 1999).
El hierro es importante para el crecimiento y fortalecimiento, sobre todo en las niñas que están más propensas a infecciones (Usha Ramakrishnan, 2001, p.11). Rosario Trinidad (2009) afirma que “los adolescentes son especialmente susceptibles de sufrir una anemia por carencia de hierro, ya que su volumen sanguíneo y su masa muscular aumentan durante el crecimiento y el desarrollo”. En el libro Nutritional Anemias se muestra que las formas moderadas y severas de anemia originan una resistencia reducida; por ejemplo, los individuos se demoran más tiempo para completar tareas (Usha Ramakrishnan,2001, p.95). Además, otros síntomas clínicos de la anemia incluyen la anorexia, nausea, fatiga, lentitud, visión borrosa, y dolor de cabeza. (Usha Ramakrishnan, 2000, p.99). La anemia está asociada con problemas en atención y percepción que resultan en logros académicos pobres (Usha Ramakrishnan, 2001, p.97). Camila Chaparro (1999) afirma que “La prevalencia de la anemia disminuye con el mayor nivel educativo alcanzado, mientras que en los otros países (Perú y Haití), se observa un patrón opuesto, las mujeres con mayor nivel educativo tienden a tener mayores niveles de anemia.”. al comparar estas dos últimas citas, se puede notar que en Perú, al menos, la anemia no es un gran problema cuando se refiere al rendimiento académico de los adolescentes.
La Organización Mundial de la Salud define a la obesidad como una enfermedad en la que el peso de una persona es mayor al peso de una persona normal.
Para conocer si una persona sufre de esta condición, la OMS nos indica que “el índice de masa corporal (IMC) —el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la talla en metros (kg/m2)— es una indicación simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad(…)”. Si este índice es mayor o igual a 30, quiere decir que padecemos de obesidad
Cuando una persona come excesivas cantidades de calorías, más a las que el cuerpo utiliza, es cuando sufre de obesidad (Federico Soriger, 1995). Las personas obesas son más propensas a sufrir de cualquier enfermedad, ya sea por una sola lesión o incluso un solo accidente.(Claudia Carvajal, John Duperly, Natan Zundel, 2004, p.102).
En la adolescencia, la obesidad es causa de muchas enfermedades más perjudiciales o diversas complicaciones relacionadas con el corazón, problemas respiratorios, problemas relacionados con la piel o hematológicos, como lo es la menarquía precoz en las adolescentes obesas o incluso amenorrea. (Carlos Redondo, Gabriel Galdó, Miguel García, 2008, p.150). En estas últimas citas, los autores se centran en consecuencias físicas; sin embargo, más preocupantes son las consecuencias psicológicas y sociales que esta trae.
Los adolescentes tienden a sufrir mucho, ya que son burlados o se preocupan más por su aspecto y como los ven los demás. (Claudia Carvajal et al, 2004, p.113).
Según especialistas, cuando un adolescente consume demasiada comida chatarra como fast food o dulce y golosinas, se saltan las comidas o no hace una suficiente cantidad de ejercicios, es más difícil que tenga un control eficiente de su peso. (Camila Chaparro, 1999).
Muchas consecuencias psicológicas son las que trae esta condición. Rosario Trinidad en su libro Adolescentes: trastornos de alimentación, muestra algunas de estas consecuencias: “El adolescente vive angustiado porque tiene problemas para vestir, usar transportes públicos y tiende a aislarse de los demás”.
De lo visto hasta este momento, se puede notar que es perjudicial que una persona no obtenga suficiente cantidad de alimentos. Además, cuando se consume una dieta balanceada y en ésta falta uno de los nutrientes como carbohidratos o proteínas, se pierde rápidamente peso, el proceso de metabolismo se reduce, así como la resistencia a otro tipo de infecciones.

Existe un problema sin responder ya que no ha habido un profundo análisis sobre esto en mis citas y en toda la información que pude obtener. La relación entre el desempeño académico de un adolescente y la nutrición.
Gracias a Camila Chaparro podemos ver una relación entre estos dos; sin embargo, se necesitarían más análisis para obtener una teoría más confiable. Además, hay que tener presente los gastos económicos implicados para enfrentarse a enfermedades relacionadas con la mala nutrición como la anemia y la obesidad. Por investigación propia, una cajita de 20 pastillas llamadas ANEMINOX FERRUM para tratar la anemia cuestan $53.44; de este pequeño ejemplo se puede inducir que los costos para tratar estas enfermedades no son módicos o ideales como alguien esperaría. Además, el Dr. Gamaniel Raúl menciona “(…) en las dos décadas pasadas, la cifra de obesos se triplicó, observándose así mismo un rápido crecimiento del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes”. Y, esto no es todo; Gabriel Galdó indica en su libro Atención al adolescente “Los trastornos asociados a la obesidad representan cada año un coste de aproximadamente dos mil millones de euros en España, equivale al 7% de gastos del Sistema Nacional de Salud.” Esto demuestra que la situación tiende a empeorar. Por lo tanto, esto crea una pregunta que ninguna fuente pudo responder ¿Qué hacer para dar una solución íntegra a las enfermedades relacionadas con la mala nutrición y evitar estas consecuencias económicas abrumadoras?










REFERENCIAS
• Baynes, J. W., Dominiczak, M. H. (2005). Bioquímica médica. Madrid: MMVI Imprint. pp. 333, 308.
• Carvajal, C., Duperly, J., Zundel, N. (2004). Obesidad. Un enfoque integral. Editorial Rosario. pp. 102, 113.
• Chaparro, M. C. (1999). La anemia entre adolescentes y mujeres adultas jóvenes en América Latina y El Caribe: Un motivo de preocupación. Extraído el 30 de abril del 2010 desde http://new.paho.org/hq/index.php?option=com_docman&task=doc_download&gid=1198
• Galdó, G. M., Redondo, G. C., García, F. M.(2008). Atención al adolescente. PUbliCan – Ediciones de la Universidad de Cantabria. pp. 126, 150.
• Gamaniel, R. (2005). Obesidad infantil: algunos aspectos epidemiológicos, económico-sociales y culturales. pp. 4 – 8. Extraído el 3 de julio de 2010 desde http://sisbib.unmsm.edu.pe/Bvrevistas/Paediatrica/v08_n2/pdf/a06v8n2.pdf.
• La página web de la organización mundial de la salud brinda información sobre nutrición. (http://www.who.int/es/).
• Ramakrishnan, Usha (2001). Nutritional anemias. CRC Press. pp. 11, 95 - 99.
• Requejo, M., Ortega, M. (2003). Nutrición en la adolescencia y juventud. Madrid: editorial Complutense. p. 87.
• Rodriguez, M., Rosa, Z. (1998). Elementos de nutrición humana. Editorial EUNED. p. 116.
• Soriger, F. E. (1995). La obesidad. Ediciones Díaz de Santos. p.127.
• Trinidad, R. A. (2009). Adolescentes: trastornos de alimentación. España: editorial Universitaria. pp.12, 55.
• Zota, A. (Febrero, 2010). Efectos de la anemia son irreversibles. La República, 28, extraído el 5 de julio del 2010 desde http://www.larepublica.pe/bienestar/07/02/2010/efectos-de-la-anemia-son-irreversibles.

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